enero 3rd, 2019 by Tania Soria

Damos la bienvenida al nuevo año, y tras el empacho de comida y la alegría del cotillón y los confetis, llega el primer impacto. ¿Y ahora qué? Dejamos atrás un año repleto de momentos (buenos o malos) y nos llenamos de propósitos para el 2019. Propósitos que con el nuevo número no se cumplirán solos…

Fijarse metas realistas y alcanzables, así como valorar lo ya conseguido, es la clave para apreciar lo que tenemos y coger el impulso para el año que llega.

Dar las gracias nos hace más felices y nos ayuda a dirigirnos hacia las metas que nos fijemos. 

CÓMO HACER EL PASO DEL PROPÓSITO DE AÑO NUEVO A LOS OBJETIVOS  QUE CUMPLIR

 

La diferencia principal entre los propósitos típicos de año nuevo y objetivos o metas realistas es que los propósitos se quedan en el aire, a lo sumo duran unos pocos días para después comenzar a decaer y quedar en el olvido frustrado. Los objetivos o metas realistas están bien definidos, son medibles, realistas, alcanzables, y tienen fecha de cumplimiento así como sub-metas más pequeñas que tienen a su vez fecha que cumplir. 

Definir qué quieres conseguir y cómo vas a conseguirlo, te ayudará a clarificar el qué y cómo hacerlo. Una vez definido el qué quieres conseguir, habrá que determinar cómo vas a hacer para dirigirte a ese objetivo, qué pequeños actos vas a realizar cada día para trabajar en ello, y cuándo vas a hacerlo. Si una vez lo defines, estos pasos chocan con tu realidad, tu disponibilidad, tu voluntad o tus horarios… Esta no será una meta realista, y más vale que rebajes tus expectativas, o directamente deseches ese objetivo si no quieres acabar frustrándote y sintiendo que fracasaste en ello. 

Haz una checklist y tacha cada sub-objetivo conseguido. Tener un apoyo visual te ayudará a tomar conciencia de que estás haciendo tus tareas, y si no es así, a preguntarte por qué, y tal vez a hacer la tarea de redefinir o subdividir cada paso en otros pasos más pequeños que te dirijan al objetivo mayor. No pasa nada porque tu objetivo no se cumpla en los próximos 365 días, no es ninguna catástrofe. Lo importante es que trabajes en ello, y sepas que con tus pequeños actos estás contribuyendo a ello. Más vale que seas consiente de que tu meta tardará más en alcanzarse pero que te organices para alcanzarla, que la deseches por desesperación o falta de tiempo como consecuencia de una planificación poco realista. 

 

LA IMPORTANCIA DEL PARA QUÉ Y LA MOTIVACIÓN

 

Para dirigirnos a cualquier objetivo, incluso para hacer cualquier acción, necesitamos un para qué, un motivo. Si no hay un motivo para hacer las cosas, o no las haremos, o las empezaremos a hacer y poco después, dejaremos de hacerlo. El motivo por el que hagamos las cosas ha de ser importante y significativo para nosotros, y no para los que nos rodean, si no, de nuevo no tendrá la suficiente fuerza como para que nos mantengamos trabajando en ello. 

 

EL ESFUERZO

 

A veces nos desmotivamos porque no vemos resultados rápidos, o porque el esfuerzo que nos está costando es demasiado y terminamos por determinar que no merece la pena. Pero ¿Merece la pena? Si la respuesta es sí, que a la larga sí la merecerá, es importante educarnos en poner la mirada en el Largo Plazo y no dejarnos llevar por la inmediatez de resultados. Mirar a Corto Plazo puede darnos un reflejo de las desventajas que el esfuerzo nos está conllevando, sin embargo conviene mirar un poco más allá y asumir que ahora cuesta, pero que a la larga los resultados llegarán, y que el esfuerzo es totalmente necesario así como la paciencia y la espera. 

 

 

DENTRO DE UN AÑO

 

Cuando pasen estos próximos 365 días podrás echar la vista atrás, y ser realista de nuevo en la comparación entre el punto ene el que estás ahora y el punto al que has llegado. Si los resultados son buenos, felicítate. Si no ha sido así, no es cuestión de desanimarte, si no de mirar qué ocurrió para que tus objetivos de hoy no se hayan cumplido, así como qué parte ha dependido de tí, y qué parte ha sido ajena y ha tenido que ver con factores externos como la casualidad, la suerte, las circunstancias, los demás, etc. 

 

Y una vez dicho esto, desde Psicotraining Madrid te deseamos lo mejor para este 2019, y te invitamos a que cojas desde ya, un papel y un lápiz y comiences a definir objetivos y a determinar qué acciones vas a realizar para conseguirlos y cuándo vas a hacerlo, para transformar los propósitos en el aire en metas conseguidas dentro de un año!

 

 

 

 

 

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